En estos días en que mucha gente llega a Santo Tomé para las fiestas, se encuentran con una imagen anquilosada ya, como lo es la presencia de equinos, en este caso, vacas en otros, deambulando por las calles de la ciudad, en pleno centro, para los habitantes cotidianos, casi normal, pero que a los visitantes les causa otra impresión, pueblerina, de campo.
Si queremos crecer como ciudad, esto es inadmisible, toda vez que en lugar de crecimiento, se muestra un quedo en el tiempo y nos preguntamos, donde está Bromatología, donde están las autoridades municipales, etc, etc, esto no debería ocurrir, pero es moneda corriente.
Pareciere que no se quiere crecer como ciudad, que todo debería quedar acotado a como está, no sé, es difícil hacer un análisis de algo tan simple y que, parece, nadie ve o no quiere ver.
Ricardo Romero